Jesús
de Nazaret con la cruz a cuestas, que duerme en la Iglesia de la Concepción,
salió anoche cargado por hombres piadosos, que lo llevaban en sus hombros, para
trasladarlo al compás de la música de siempre, a la otra Iglesia de San
Francisco, donde entró para esperar el momento cuando otra vez lo saquen en la
majestuosa procesión del Jueves Santo. El rostro de la imagen impecable te
invita a la reflexión, a la meditación, de lo que realmente significa y
significó la semana de pasión y muerte de Jesús en la cruz para el mundo
católico de hoy. Mompox, visitada por viajeros de todas las latitudes, vive
estos días sometida al turismo que desbordó sus aspiraciones, por la afluencia
de personas que llegan a visitarla y conocerla, y la preparación de sus actos litúrgicos,
procesiones, y eventos culturales.La Academia de Historia gracias a la gestión
de Cruz Campo, que cumple una importante tarea en dicha organización, me
ofreció un espacio para realizar un conversatorio sobre mi libro “Encestador de
Nostalgias”, en dichas instalaciones, hoy martes 22, a las 4 de la tarde. Le
agradezco al académico e historiador Oscar Arquez Van Strahlem, quien será el
oferente de dicho acto. Quedan cordialmente invitados. En la remodelada plaza
de la concepción, anoche un frío helado que llegó del rio, anunció la lluvia
que eternamente se desgaja del cielo por estos días. Una necesidad imperiosa
para calmar la furia del niño, y aplacar el fuego de sus calles.
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