domingo, 6 de marzo de 2016

BAJO LA LUPA: Los escudos protectores de Peckerman

Leyendo el “último Tango” de Jorge Barraza, titulo su columna dominical con una frase, que más bien es un indicio para librar de culpas a lo que se le avecina al profesor Peckerman con el seleccionado patrio. “Un buen ensayo para Peckerman” dice el encabezado. Después de referirse de la importancia de la próxima Copa América en los Estados Unidos y, de las posibilidades de cada grupo, inicia la plataforma de excusas para los nuestros, diciendo que los históricos no están bien, que no juegan en sus respectivos equipos, otros están lesionados, otros ni los miran, y algunos se fueron para la China. Es decir, estamos huérfanos de jugadores de alto nivel, por lo tanto le aconseja reunir a nuevos jugadores y, que esa copa, así lo entiendo, le sirva para foguear a los nuevos, con históricos.
Mas claro no canta un gallo, el periodista de reconocida talla, le limpia el camino para lavarse las manos si las cosas no le salen bien. La marcada fijación o dependencia para conformar los seleccionados toma vigencia y, se mide el resultado de acuerdo a su comportamiento en el club de origen. Es decir, para que sea llamado a la selección, necesita ser titular. Entonces me pregunto: ¿y si no es titular en su equipo de origen se le olvido jugar al fútbol? ¿Acaso no entrena y corre en las sesiones diarias de entreno? Más bien, explote las fortalezas del jugador ávido de fútbol, de ese que está sentado en la banca esperando la oportunidad, estimule su auto estima, y no lo acompleje ratificando la teoría de la dependencia. La Copa América no es un bocadillo de diversión, estamos cansados de esa excusa, el país necesita ver un equipo sólido, con deseos de ganar y ser protagonista. Nada de ensayos señor Peckerman, esa época pertenece al pasado, cuando ni siquiera teníamos identidad. La realidad de nuestro fútbol hoy es otra, Usted la conoce, queremos resultados.

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