La cita con el profesor Alexis Mendoza fue en el prestigioso
hotel donde se concentra el equipo. Tranquilo, como cuando comandaba el área de
candela, hablamos de todo este proceso que tiene transformado al equipo de
casa, además de hacerle entrega de varios ejemplares de mi libro ENCESTADOR DE
NOSTALGIAS, como se lo había prometido. Acababa de terminar una reunión con sus
jugadores, que era una especie de retroalimentación, donde cada uno tenía la
oportunidad de expiar sus culpas sobre lo sucedido en el juego anterior. Una especie de
catarsis, que según los griegos era como la purificación de los sentimientos,
le complemente, para así continuar la charla con este Alexis comprometido con
la estética. Me imagino que la próxima charla será de lo inadmisible que es,
que a un equipo le hagan dos goles con pelota quieta y, que su juego suba y
baje como la espuma.
LA
BRILLANTEZ DEL INICIO
Los dos goles hilvanados y producidos en la primera etapa del
juego, mostraron a un Junior inspirado en todas sus líneas, tejiendo las ideas
por el gramado bajo la premisa de esa táctica de buscar el arco contrario
entrelazando los sentimientos. Así nació el soberbio zapatazo de Toloza, para
convertirlo en el
mejor gol de la noche, una “tocata” al mejor estilo
brasilero, para que el ariete, después de recibir la asistencia de Aguirre,
pusiera a cantar al atiborrado estadio. El segundo, bajo las mismas pinceladas
del fútbol que brota del alma, la culmina el mágico Vladimir, después de
recibir el pase gol de Aguirre, protagonista de la noche. Un monologo que duro
cuarenta y cinco minutos y, que hacía
presagiar que para el complemento la música tendría la misma tonada.
LA
FRIALDAD DEL SEGUNDO TIEMPO LA EXPULSION
Y ESOS DOS GOLES
Mucho
antes que los dos goles de Pasto llegaran y, mucho antes también de la
expulsión de Tolosa, el equipo de Alexis había perdido la alegría y
contundencia del inicio del juego. La pelota ya no era el cascabel para
entretenerse, había perdido dinámica, y el visitante comenzó a creer en sus
ideas. Esta constante de los segundos tiempos, donde la regularidad se pierde,
debe ser analizada para ver que está pasando en el camerino. Además, un equipo
debe estar preparado para jugar con diez jugadores. Por eso me resisto a creer
que la salida de Tolosa sea el motivo principal para perder la brújula. Los dos
goles con pelota quieta, dan muestra de la total desconcentración del equipo,
además, que resulta inadmisible que la radiografía se la hayan aplicado por
partida doble. En esas situaciones especiales del juego, Junior hace defensa
individual de equipo, es decir cada jugador se responsabiliza de su marca,
cuando esto sucede, aunque se esté marcando bajo la premisa del uno a uno, el
concepto zonal no se debe perder jamás, porque es bueno recordar que la mejor
defensa individual es la de zona, y la mejor de zona es la individual. En este
juego de palabras, radica la armonía de la ayuda colectiva, esa que no existió
ante el Pasto. Buscar la regularidad es
el camino a seguir.

Muy bueno Jose estoy ansioso por saber que vas a opinar de la proxima copa america y la eurocopa que se avecina
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