domingo, 19 de marzo de 2017

San José, un recuerdo eterno


Desde aquellos tiempos cuando el colegio de San José tenía su sede en el viejo edificio que colindaba con la iglesia del mismo nombre, el 19 de marzo, fecha en que la iglesia católica festeja el día de San José, tal acontecimiento marcó para siempre el sentir de quienes crecimos bajo la tutela de los padres Jesuitas, comunidad que ha regentado por más de 100 años los destinos de esa importante institución. 

En esas viejas paredes del ayer, ubicadas en el corazón de una ciudad que apenas comenzaba a crecer, vimos pasar los años de la niñez asidos a recuerdos que se han impregnado para siempre en nuestra memoria. El colegio en ese entonces, quizás por lo nutrido de las vocaciones sacerdotales, estaba arropado por el manto de jóvenes novicios que habían decidido colocar sus vidas al servicio del Señor. Por eso los nombres de quienes dirigían esas divisiones, como ellos las bautizaron para compararlas con las tropas marciales, hacen parte del glosario de anécdotas que a diario brotaban de esa comunidad educativa. Recordar al padre Guiddo Arteaga, Cartagena, Muñoz, Rincón, Lombo, Mario Gutiérrez, Vazco, Humberto Mejía, López, el hermano de la portería de apellido Aguirre y al célebre e inolvidable Ramón Sagastume a quien llamábamos cariñosamente –Moncho- sería desconocer por completo la historia que se tejió a nuestro lado mientras tuvimos la oportunidad de crecer oyendo las campanas de la eterna iglesia que hoy conmemora a su santo patrón. 

Los primeros pasos como deportista los dimos en el patio central, una enorme extensión de asfalto que servía también de cancha de fútbol y, en el otro escenario donde el colegio se reunía en su totalidad cada vez que lo fuese necesario, que por su longitud lo habían acondicionado como cancha de baloncesto. Mis primeros pasos con ese deporte los di en ese vetusto corredor, cuya paredes dividían la iglesia con el colegio. Los equipos de baloncesto fueron siempre protagonistas en las justas deportivas, que para esta fecha se realizaban. El 19 de Marzo se constituyó en un referente cultural y deportivo en la ciudad. La importancia del nombre de San José como comunidad educativa en la urbe, se reflejaba también en esa fecha que con el tiempo hizo parte de la agenda de la comunidad. 

La leyenda, por así decirlo que una vez se gestó en el fortín de la 38 y, que siguió su curso ascendente a medida que el entorno crecía, para instalarse por largo tiempo en el apacible sector de Betania donde emergió como un coloso mirando siempre a la ciudad agradecida, hoy, instalado con una soberbia edificación en sectores progresista de la ciudad, me uno como un hijo agradecido a la celebración de esa importante fecha. Una efemérides que trae a la memoria recuerdos imperecederos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario