domingo, 10 de abril de 2016

BAJO LA LUPA: Momentismos


Los equipos con oficio son aquellos cuya característica principal estriba en el cumplimiento de su estructura de juego hasta cuando el silbato da por finalizada la contienda. Es un cliché automático que regula el estado integral del jugador, para convertirlo en pieza fundamental de dicho proceso. El equilibrio depende de la táctica, la inteligencia y la voluntad. En el argot popular se les dice que tienen oficio, Nacional es uno de ellos. Sin descomponerse, apuntando a lo que sabe, a lo que practica, pero sobre todo, con una aptitud ganadora, que es quizás la dosis que marca la diferencia, dio una cátedra de ese vital comportamiento en el majestuoso estadio Metropolitano donde no cabía una sola aguja. Con ese marco impresionante, respaldado como nunca por su notable campaña, el Junior de Alexis, tenía el plato servido para arroyar desde las primeras de cambio. Pero no fue así, el visitante puso su condición, presiono, domino hasta que el gol apareció, para dejar a los de casa con ese sabor desagradable de haber regalado la primera parte del juego y, sin entender todavía, porque Tolosa no fue de la partida desde el primer momnto. Sin la presencia del negro batallador, del terror del área de candela, los dirigidos por Alexis se fueron al descanso sin pena ni gloria. Lo sucedido en el segundo tiempo, donde el Junior parece se hubiese tragado el león dormido del camerino para convertirse en una fiera con hambre, remontar un marcador adverso, tejiendo la pelota en un bordado con ribetes de puntadas mágicas, en una demostración de ese “momentismo” lirico, que enloquece, pero que no le es suficiente. Su irregularidad manifiesta, no le permite entrar en la lista de los oncenos con ese pergamino que los hace distinguir profesionalmente, regalar 45 minutos y, dejar luego que le empataran con la misma pelota área que sistemáticamente le está haciendo daño, ratifican, que hay instantes de efervescencia y calor, que confirman esos “momentismos” que se desvanecen con las brisas esporádicas de estos tiempos. El plato estaba servido para ganar. Aun así, el Junior de Alexis tiene la esencia para sentarse a comer en una buena mesa.

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