sábado, 30 de abril de 2016

Encestador de Nostalgias con Junior

José Deyongh junto al Bufalo Ovelar

Todavía guardo en mi retina, ese primer tiempo lleno de bondades que jugó el Junior de Alexis contra el revitalizado Millonarios. Un despliegue táctico a toda prueba, que lo hizo ver como un conjunto dotado de un buen pie, como ahora se dice, para no decir, que hubo destellos de cierta fantasía. La fría noche presagiaba por el acontecer bajo la pertinaz lluvia, que los tiburones estaban nadando con seguridad. Pero la contienda se acaba cuando se termina, la brillantez no puede ser una nube pasajera, como sucedió esa noche, cuando en un abrir y cerrar de ojos, el telón del infortunio eclipso las ideas, para que todos quedáramos desposeídos, con las manos vacías. Aun así, a pesar de este duro tropiezo, cuando las dificultades afloran por las escases de puntos acumulados en los últimos encuentros, creemos que la partitura de este equipo está intacta, pues así lo ha demostrado en sus pasajes de juego casi que perfecto, solo que la medida de tiempo de esa brillantez, no le alcanza para cabalgar en la cima sin afujías. Las desatenciones obedecen más a comportamientos individuales, que a su estructura táctica. En días previos a esa noche del abultado marcador, estuve en la concentración del equipo, gracias a la gentileza y colaboración del profe Alexis, llevándoles a los jugadores el libro de mi autoría ENCESTADOR DE NOSTALGIAS, con quienes tuve la oportunidad de conversar sobre el arte de escribir columnas referentes al maravilloso mundo del deporte, sin perder la magia y fantasía de las palabras. Ese día pude detectar también, que el grupo esta anímica y espiritualmente fortalecido, un avance importante en el objetivo de cualquier empresa. Anexó fotos con algunos jugadores ese día. Una brizna de cultura en el diario vivir.

domingo, 24 de abril de 2016

BAJO LA LUPA: Las Medallas Ganaron


Tuve un privilegio especial que enriqueció mi espíritu y fortaleció mi sentido de pertenencia, me coloque cuando la juventud nos arropaba por completo la camiseta rojiblanca de nuestro departamento en una época gloriosa para el baloncesto orientada esa vez por el gran Antonio Baraque. Mucho tiempo después, lo comande desde la raya, para convertirme en un entrenador más, sucesos estos que me permitieron conocer de cerca las afujías de nuestro aparato deportivo, para afirmar sin temor a equivocarme que desde siempre hemos caminado por el sendero de la pobreza. Jamás había plata para nada, pero aun así, con esa pobreza franciscana a cuesta, se ganaban medallas, se lograban campeonatos, los entrenadores de turno eran maestros y, como lo decía nuestro inolvidable Edgar Perea, para ganarnos tenían que matarnos. Enorme diferencia de esa estampa del ayer, a este presente desolado. Habrá que preguntarse el porqué de esa paradójica situación, para entender porque antes nos respetaban en el concierto nacional y, porque hoy no dejamos de ser una colcha de retazos. Aun así, con ese mar de infortunios que se ha convertido nuestra causa deportiva, aspirábamos a ser sede de unos juegos Nacionales, ofreciendo lo único que podríamos dar, transporte, hospedaje y alimentación, porque en logros y medallas estamos en cero. La pelea era con el gigante del Caribe, que gracias a su gestión deportiva ocupó en los pasados juegos el cuarto puesto, convirtiendo al departamento del Bolívar en un rival con categoría. Tengo en ciernes una entrevista con su actual gobernador Dumek Turbay, gestor de este logro, que revitaliza la calidad de vida de sus congéneres, para que me explique como hizo en tan poco tiempo para convertir a su departamento en un hacedor de medallas y en el fortín deportivo que se ha convertido. Las cosas buenas, valen la pena copiarlas. Se hizo justicia a ese esfuerzo representado en medallas, único pergamino valedero en cualquier justa deportiva. Por eso, como lo afirmó en mi enunciado de hoy, GANARON LAS MEDALLAS.  

martes, 12 de abril de 2016

INMORTAL. A mi amigo Edgar Perea



Esta mañana de este 12 de Abril, cuando los rayos del sol apenas caían tenuemente sobre la ciudad dormida, tu incomparable voz quebró los cimientos y el alma de esta urbe, que incrédula aún, se conformaba entre sollozos oír el repicar de tu garganta prodigiosa narrar con tu inconfundible estilo el gol de tu patria querida. En silencio durante todo el día, con la piel erizada y el corazón apretado, volví a recordar aquellas gestas que estaban dormidas por esa acción inexorable del tiempo pero que fueron suficientes para afirmar que ya eres inmortal. El país hoy se rindió a tus pies para homenajearte como el más grande de todos, como el mejor, como el incomparable. Como te lo dije, la última vez que hablamos por teléfono, cuando tu agradecido me llenaste de elogios por la columna que te dedique y titule COLOMBIA MI PATRIA QUERIDA, que aparece en mi libro ENCESTADOR DE NOSTALGIAS, “no hubo un rincón de la patria que no se estremeciera con ese cantico que hacia que las cuerdas sensibles del ser taladraran el alma, para convertirlas en un cumulo inexplicable de sensaciones. Una voz que vibraba para hacer de su oficio un cantico con tonadas de magia y fantasía”. La muerte que llega sin avisar te arropo con su manto para colocarte en el panteón de los grandes, sencillamente, porque con ese estilo y forma de narrar llegaste al corazón de la patria, para hacer de ella un torrente incontrolable de emociones. Eso fue suficiente para que hoy, estés en el corazón de todos los colombianos. PAZ EN TU TUMBA.   

domingo, 10 de abril de 2016

BAJO LA LUPA: Momentismos


Los equipos con oficio son aquellos cuya característica principal estriba en el cumplimiento de su estructura de juego hasta cuando el silbato da por finalizada la contienda. Es un cliché automático que regula el estado integral del jugador, para convertirlo en pieza fundamental de dicho proceso. El equilibrio depende de la táctica, la inteligencia y la voluntad. En el argot popular se les dice que tienen oficio, Nacional es uno de ellos. Sin descomponerse, apuntando a lo que sabe, a lo que practica, pero sobre todo, con una aptitud ganadora, que es quizás la dosis que marca la diferencia, dio una cátedra de ese vital comportamiento en el majestuoso estadio Metropolitano donde no cabía una sola aguja. Con ese marco impresionante, respaldado como nunca por su notable campaña, el Junior de Alexis, tenía el plato servido para arroyar desde las primeras de cambio. Pero no fue así, el visitante puso su condición, presiono, domino hasta que el gol apareció, para dejar a los de casa con ese sabor desagradable de haber regalado la primera parte del juego y, sin entender todavía, porque Tolosa no fue de la partida desde el primer momnto. Sin la presencia del negro batallador, del terror del área de candela, los dirigidos por Alexis se fueron al descanso sin pena ni gloria. Lo sucedido en el segundo tiempo, donde el Junior parece se hubiese tragado el león dormido del camerino para convertirse en una fiera con hambre, remontar un marcador adverso, tejiendo la pelota en un bordado con ribetes de puntadas mágicas, en una demostración de ese “momentismo” lirico, que enloquece, pero que no le es suficiente. Su irregularidad manifiesta, no le permite entrar en la lista de los oncenos con ese pergamino que los hace distinguir profesionalmente, regalar 45 minutos y, dejar luego que le empataran con la misma pelota área que sistemáticamente le está haciendo daño, ratifican, que hay instantes de efervescencia y calor, que confirman esos “momentismos” que se desvanecen con las brisas esporádicas de estos tiempos. El plato estaba servido para ganar. Aun así, el Junior de Alexis tiene la esencia para sentarse a comer en una buena mesa.

sábado, 9 de abril de 2016

BAJO LA LUPA: Alexis, tu eres mejor


En la batalla por la Liga pasada, te dije en esa conversación que tuvimos, que el demasiado respeto por la camiseta verde del Nacional, había incidido en el comportamiento general del entorno, pues, tanto medios, como el hincha común y corriente, hablaban de la supremacía del rival, cuando la verdad fue, que los comandados por Rueda, nunca fueron superiores a la divisa rojiblanca. La historia hoy se repite, machacando sobre la frase que maestro y alumno vuelven a enfrentarse, pues la aureola de Rueda, hoy está en lo más alto, imagen esta que lo ha situado como el próximo estratega de la selección patria. Los argumentos están representados en la nueva partitura y posición del equipo que dirige. Pero nuestro Alexis, quizás por esa condición innata de manejar ese perfil bajo que lo caracteriza, no se ha dado cuenta, que desde que llego a las toldas del equipo donde se formó como jugador, lo ha mantenido en la cresta de la ola, reiterando ese magnífico comportamiento de manera sistemática, para convertirlo en el líder indiscutible del actual torneo. Nada de lo hasta ahora conseguido, han sido producto del azar, o del duende mágico que te acompaña, trabajo y más trabajo, ha sido la constante, para convertir a este nuevo Junior, en el equipo que todos los Barranquilleros queríamos tener. Aventajas al consagrado maestro del ayer, sí, porque ahora, los dos son maestros, en que tú fuiste el Mariscal del área, sitio predilecto para leer el acontecer táctico por la posición privilegiada del panorama, riquezas que quedaron guardadas en tu interior para sacarlas a la pizarra en este nueva experiencia desde la raya. Tú fuiste un dechado de virtudes para defender la causa con elegancia, con maestría y, eso te da una ventaja que debes aprender a reconocer, por eso a manera de resaltar ese espíritu combativo del ayer, demuéstrale al país y esta hinchada, que tu equipo, el actual puntero, saltara a la cancha a defender como leones esa posición de privilegio, que los rotula como los mejores de la liga. FUERZA JUNIOR. 

sábado, 2 de abril de 2016

Reminiscencias

Nairo Quintana, la joya de la Reina


En mi libro “ENCESTADOR DE NOSTALGIAS” aparece una de mis columnas dedicada al gran Nairo Quintana cuando se bañó de gloria en la versión 100 del Tour de Francia. Como el fútbol todo lo opaca, o lo releva a segundo plano, para ser más generoso con este fenómeno de multitudes, el pasado triunfo en la montaña Europea del escarabajo que comienza a ser leyenda, quedo reducido a segundo plano, pues las páginas informativas desplegaron sus velas sobre el acontecer de esa llamada eliminatoria mundialista. Como un homenaje, a quien considero en el momento el mejor deportista de nuestro suelo, reproduzco en este blog, que ya sobrepasa las 2.325 visitas lo que en ese entonces escribí. “Aquella imagen de Lucho Herrera con la cara ensangrentada bajando solitario por la mítica carretera francesa, con la camiseta de bolas rojas que lo señalaba como el rey de la montaña en aquel Tour, es inolvidable, para quienes tuvimos la oportunidad de ver por la pantalla chica aquella proeza histórica. El “jardinerito” como le decían al menudo corredor, nativo de esa tierra de clima benigno, de montañas verdes y paisajes donde la naturaleza es bendita y se asemeja a una fotografía eterna, cuya población en su mayoría campesina, que usan unas mantas gruesas para protegerse del frio llamadas ruanas y, el sombrero es la prenda preferida, abrió el camino en aquella memorable época, para decirle al mundo, que el remoquete de “escarabajos”, como comenzó a llamárseles, era apenas el inicio de la leyenda. Hoy, ese mismo entorno con pinceladas de pesebre, esta de pláceme, porque otro de sus hijos, esos que nacen en la tierra del olvido, se llenó de luces en la avenida más grande del mundo, como son los Campos Elíseos, al lado del monumento que una vez le hizo honores a Napoleón, como es el Arco del Triunfo, símbolo imperecedero de la ciudad luz. Nairo Quintana, con apenas 23 años, oriundo de Combita, hijo de padres campesinos, de esos que laboran de sol a sol, realizó  en esta versión 100 del insuperable  Tour, una proeza que tiene conmovida al mundo. En una sola etapa, de esas cuyo trazado son el terror de la caravana por sus puertos de montaña cerca de las nubes, el Nairo de Colombia en una demostración de fuerza, coraje y concentración se ganó la etapa para hacer “moñona”, pues, además de consagrarse como la promesa viviente del ciclismo mundial con la camiseta de la juventud, se adueñó del segundo pódium y, se colocó de paso la franela de bolas rojas, que parece está destinada a unos ciclistas de origen humilde, alimentados con agua de panela, que se asemejan al Cóndor de los Andes, por esa manera de volar en las alturas. Pequeño de estatura, salpicado su rostro con los rasgos nobles de los indígenas que habitaron esas tierras colmadas de leyendas doradas, imperturbable e indescifrable cuando pedalea sentado sobre su caballito de acero, sin inmutarse, el nuevo ídolo colombiano parece un robot para no sentir nada, conoce de memoria el instante preciso para salir como una bala y dejar regados en el camino a sus más encopetados rivales. La demostración en esa emocionante etapa, subiendo sin nada que lo alterara, con el vigor suficiente para desprenderse como lo hizo y, colocarle el sello de oro a su histórica proeza, es propia de una joya que comienza a brillar”.

viernes, 1 de abril de 2016

BAJO LA LUPA: Destellos de Fútbol, alegría inusitada


El fútbol como propuesta única todavía no se ve, pero lo hasta ahora realizado es suficiente para que la alegría haya regresado. El verano a que fuimos sometidos por las opacas presentaciones anteriores, nos hacían ver como un equipo irregular, cuyo puntaje en la tabla de posiciones de esta dura eliminatoria nos colocaba en el sitio donde Las esperanzas por buscar la clasificación a Rusia eran pocas. Pero en estas cosas del fútbol, como lo hemos repetido muchas veces, lo que es verdad hoy, mañana puede ser mentira, como los magos de los circos, el profesor Pekerman saco la carta ganadora de su manga, para depositar en la caja registradora estos seis puntos de oro y, así devolverle la alegría y la esperanza al pueblo colombiano. Acertado en la escogencia del plantel, ratificó en el último juego la lucidez del momento, por esa nómina con ideas ofensivas, y obligaciones defensivas que puso sobre el gramado del Metropolitano. Y digo, obligaciones, porque todavía no veo en el equipo una estructura sólida defensiva colectiva, me da la impresión que los jugadores se comprometen en el uno a uno, se sienten cómodos y seguros, por eso pienso que son ellos los que proporcionan el estilo, no las ideas venidas del banco. Y quizás sea más lo más práctico, por esas cosas del tiempo, porque el trabajo en defensa requiere de mucho entrenamiento y, este calendario, es una ofensa para esos procesos. Jugando a lo simple, sin la propuesta de equipo con oficio, por esos mismos gajes de este infame calendario, le apuesta al bendito contraataque como arma principal de su esquema ofensivo. La mayoría de sus goles nacen de ese estilo o arma letal, donde los tres mosqueteros, como lo son Bacca, James y Cuadrado son letales. A esa fiesta del ataque por sorpresa se le junta Cardona, pieza fundamental en este nuevo esquema y, compañero de armas de James. La faena por el carril izquierdo, donde dejo sembrado a dos ecuatorianos en virtud de una gambeta al mejor estilo de los punteros del ayer, todavía queda en la retina por la magia del instante, pero que se dimensiona porque la pelota hipnotizada besa el pie de Sebastián y se anida en la red contraria. Un gol de antología.  Esta elección permitió ver a un James bondadoso en su estilo, donde se sintió seguro y cómodo, convirtiéndose en eje fundamental de esa forma de atacar, lo que sirvió para que Quintero, entrenador de Ecuador, dijera que en ese juego, Colombia había sido el rey del contra ataque. En este nuevo renacer con jugadores jóvenes en la nómina, la cosecha de esos seis puntos han sido vitales para aligerar el camino. Le decía a mi amigo Ramón Jesurum, en la antesala del inobjetable triunfo, que su gestión al frente de esa pasión que lo arropa por lo que hace, tenía siempre la protección de la buena estrella. No me equivoque.